Malu es 99,9% música

María Lucía Vivas tiene trece años y dice que la música invade un 99% de ella. Malú es su nombre musical. "Yo no me acuerdo mucho de cómo empecé", precisa la jovencita mientras insiste en sostener un objeto en forma de huevo cuyo contenido hace que suene como maraca. Su madre le dice que se quede quieta. Ella ameniza su narración. "Fue una profesora la que me dijo que cantaba bonito y le contó a mis papás".

Apenas habían pasado cinco años después de nacer un dos de abril en Neiva y tiempo después decidió, con la venia de sus progenitores, entrar al coro del Colegio María Auxiliadora. Fue allí, en la institución donde se ha formado hasta hoy, donde estuvo "muerta del susto, con un ramito de rosas y el micrófono" interpretando la canción Rosas de la Oreja de Van Gogh. Así recuerda la primera competencia de su vida. "Yo ahí toda chiquita, toda bonita", recuerda entre risas que no paran.

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No ganó ese día pero con el tiempo llegaron los triunfos, el más reciente en la versión número trece Concurso Nacional de Villancicos Santa Rosa de Cabal. Consiguió el primer lugar en la categoría infantil. Superó a Juan José Jiménez Valencia, niño participante de La Voz Kids, que hizo parte del equipo de Fanny Lu. "La competencia fue muy dura", reconoce.

Noche de paz y Más allá fueron las canciones navideñas que convencieron al jurado para darle esa victoria, una de las tantas que aspira lograr. "A mí me gustan los retos y tenía que hacer una versión diferente. Me gusta todo loco", cuenta para explicar que necesitaba sorprender a los evaluadores porque era la más "grande" de la categoría. Su madre, Goretty Quintero, la describe como una niña auténtica y a quien le gusta exigirse.

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La música colombiana la ha formado y es esa su preferencia aunque cante pop. En general, la música es para ella un lenguaje complicado y especial con el que se identifica. Cultiva su voz con clases personalizadas los fines de semana o todos los días, en el caso de que deba prepararse para algún evento especial que son muchos a lo largo de su historia artística. Para asistir, sus padres (Malú tienen vena musical por papá y mamá) y su entorno la ayudan a identificar convocatorias para postularse y participar.

En los festivales, concursos o coros en los que ha estado a nivel nacional ha ganado amigos y reconocimiento. La adolescente que el próximo año entrará en la categoría juvenil y su madre que la acompaña en todas sus presentaciones, afirman que la figura de Malú Vivas es más conocida en Colombia que en el departamento del Huila de donde es oriunda.

Su talento le permitió ir a Boyacá, Risaralda, Caldas, Bogotá y otros escenarios del país siempre en representación del Huila.  También vivir su primera experiencia de viaje en avión y ese día lo recuerda con mucha emoción. Y allí no parará. Los segundos semestres de los años siempre son para ella un constante trabajo.

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Sabe que para ser buena en lo que hace debe dedicar tiempo y que su prioridad actualmente siguen siendo sus estudios de bachillerato. Así cante durante todas sus rutinas porque cantando es feliz. Por eso en el futuro cercano espera entrar al Departamento de Música de la Universidad Javeriana en la capital del país.

Goretty Quintero cree que la mejor forma de que eso pase es logrando una beca y es la razón por la que respalda, para que la logre. "Nosotros la apoyamos en lo que ella quiere (incluye a su padre clarinetista de la  Banda Sinfónica del Huila) porque no hay nada más bonito que hacer lo que a uno le gusta", expresa. Sin embargo, recalca después que llegarán hasta donde puedan porque el costo económico es muy alto y, por ahora, no lo podrían asumir.

Malú es optimista y cree en sí misma. "Me imagino siendo músico profesional", dice alzando la mirada y sin la música de la pequeña maraca que finalmente su mamá le quito para que siguiera la entrevista. "Yo quiero ser cantante, no me importa si famosa o  no", agrega en medio de risas.